FRUTOS
Estremecer la tarde,
obligarla al parto.
Herirnos sobre el borde de la noche.
Forzar el fruto,
sopesar la ausencia.
Esperar en los últimos segundos
el milagro.
Tensar la voluntad.
Nada.
Abandonarse al silencio y al fracaso.
Nadie.
Es de noche.
Un centinela ciego se despierta,
duerme ya el mendigo del silencio.
Leandro Calle (Zárate, reside en Córdoba)
La rueda de la fortuna: Tren, tesoro y profecía
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*Domingo, 7 de diciembre*ADIÓS A INÉS
Vuelvo de despedir a Inés Illán en el tanatorio del Salvador con una
extraña sensación de tristeza y a la vez ...
Hace 1 día

1 comentario:
Excelente poema Un abrazo Leonor
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