FRUTOS
Estremecer la tarde,
obligarla al parto.
Herirnos sobre el borde de la noche.
Forzar el fruto,
sopesar la ausencia.
Esperar en los últimos segundos
el milagro.
Tensar la voluntad.
Nada.
Abandonarse al silencio y al fracaso.
Nadie.
Es de noche.
Un centinela ciego se despierta,
duerme ya el mendigo del silencio.
Leandro Calle (Zárate, reside en Córdoba)
Al servicio de quien me quiera: El arte de envejecer
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*Sábado, 14 de junio*HABLO DE POLÍTICA
Nunca llueve a gusto de todos. Antes me reprochaban que no hablaba más que
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Hace 6 horas
1 comentario:
Excelente poema Un abrazo Leonor
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