FRUTOS
Estremecer la tarde,
obligarla al parto.
Herirnos sobre el borde de la noche.
Forzar el fruto,
sopesar la ausencia.
Esperar en los últimos segundos
el milagro.
Tensar la voluntad.
Nada.
Abandonarse al silencio y al fracaso.
Nadie.
Es de noche.
Un centinela ciego se despierta,
duerme ya el mendigo del silencio.
Leandro Calle (Zárate, reside en Córdoba)
La rueda de la fortuna: Puñales en la espalda
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*Sábado, 20 de septiembre*TOMO NOTA
Mientras miro caer la lluvia, en la melancolía del anochecer, pienso que
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Hace 6 días
1 comentario:
Excelente poema Un abrazo Leonor
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