Adioses
Las despedidas quedan en la voz.
Cualquier pequeño abismo
-no encontrar una calle
un silencio en medio de una fiesta
un saludo evasivo-
reabre el desamparo.
Ella partió de nuevo esta tarde
y la lejanía se ahondó como un mar.
Crujían en el viento los árboles
de la Terminal de Ómnibus
moviendo pájaros
como pañuelos.
Los adioses son pedazos
de piel
que se pegan para siempre
en la garganta.
Cuando ella regrese
mis palabras de bienvenida
irremediablemente
estarán despidiéndola.
Osvaldo Guevara (Villa Dolores, Córdoba)
Al servicio de quien me quiera: El arte de envejecer
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*Sábado, 14 de junio*HABLO DE POLÍTICA
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