Como una espada de ángel, encendida,
o como un dios que sueña llamaradas,
desde estas cumbres arduas y calladas,
te miro, viento que me das la vida.
Tú despiertas la tierra adormecida
y en el abismo azul de las quebradas
tiendes sobre las aguas encantadas
tu ademán de ternura y de partida.
Vena del aire, espejo de sonidos,
cauce para la voz y el pensamiento,
vivo señor, el-de-los-pies-perdidos.
Junto a tu boca exacta y detenida
hecho recuerdo yo te pienso, viento,
como una espada de ángel, encendida.
o como un dios que sueña llamaradas,
desde estas cumbres arduas y calladas,
te miro, viento que me das la vida.
Tú despiertas la tierra adormecida
y en el abismo azul de las quebradas
tiendes sobre las aguas encantadas
tu ademán de ternura y de partida.
Vena del aire, espejo de sonidos,
cauce para la voz y el pensamiento,
vivo señor, el-de-los-pies-perdidos.
Junto a tu boca exacta y detenida
hecho recuerdo yo te pienso, viento,
como una espada de ángel, encendida.
Jorge Calvetti
1916- 2002
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