He puesto madera
en la casita de tu vientre.
La puse con tierra furia.
Ayer me enteraste
que la madera
te está creciendo y te palpita.
Tengo sobrados motivos para sostener
que el dios con mayúscula que buscaba
soy yo
yo mismo en traje
en carne y hueso,
no obstante los indicios
de mi calvicie prematura.
He puesto madera
en la casita de tu vientre
y la madera está creciendo.
Indudablemente
soy Dios.
(Lo que digo no es un decir.
Es la más pura verdad.
Dios anda suelto.
Hay que tener cuidado con él,
porque es medio
totalmente loco).
en la casita de tu vientre.
La puse con tierra furia.
Ayer me enteraste
que la madera
te está creciendo y te palpita.
Tengo sobrados motivos para sostener
que el dios con mayúscula que buscaba
soy yo
yo mismo en traje
en carne y hueso,
no obstante los indicios
de mi calvicie prematura.
He puesto madera
en la casita de tu vientre
y la madera está creciendo.
Indudablemente
soy Dios.
(Lo que digo no es un decir.
Es la más pura verdad.
Dios anda suelto.
Hay que tener cuidado con él,
porque es medio
totalmente loco).
De "El último padre"
Rodolfo Braceli (1940, Mendoza, Argentina)
2 comentarios:
Hermoso poema: Aprendí de crítica literaria y me quedé sin palabras y con la emoción nomás.
Gracias Mariana. Seguiremos publicando a este gran poeta...
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